Hay momentos en que la vida hace guiños. A Luciano Cortés Ayusa le hizo uno. Uno bueno. Y no es que lo necesitaba para avalar que todo lo que viene haciendo en su carrera profesional de actor está bien, pero tiene ese sentido. Él es muy claro. “Fue una recompensa inesperada porque él no está en mi campo”, cuenta el tucumano que conoció a Lionel Messi quien, por compromisos publicitarios, entró a una zona en la que se siente menos cómodo: la de un set de filmación. “Él no está en mi campo”, recalcó Cortés Ayusa. “Jamás pensé en grabar una publicidad con él y ¡dos veces!”, exclamó durante la llamada de voz vía Whastapp que se estableció entre Tucumán y Miami.Allí está radicado después de andar por varias latitudes tras irse de la provincia a los 18 años.
Ahora con 36 años, forma parte del “efecto Messi” de manera estrecha, estrechísima porque literalmente miró a los ojos al campeón del mundo y capitán de la Selección Argentina. En ese contacto, es que Cortés siente que hubo un impacto en su vida, el que buscaba en Argentina y no encontró. “Pasa algo ahí en Tucumán: tendemos a juzgarnos mucho, nos burlarnos del otro en vez de apoyar”, reconoció este taficeño que pegó el salto de las páginas de espectáculo a las de deportes de LA GACETA. “Hay que ver qué hacemos con lo que tenemos. A veces uno tiene esas inseguridades y, en vez de trabajarlas, se las tira al otro cuando en realidad es mejor bancarse”, agregó el hijo de los también artistas Víctor Hugo Cortés y Claudia Ayusa.
¿Hay que vencer inseguridades para estar a la par de Messi? La respuesta aparente sería un sí rotundo, pero solo al principio según lo que contó el taficeño. “Es muy humilde, tranquilo y humano. Si no te dicen que ese tipo que está ahí es campeón mundial, no te lo imaginás. Es re tímido”, elogió Cortés. “Puede estar horas entrenando, pero en un set está incómodo. Por eso, todo tiene que estar muy aceitado. Cuando él llega, hay que ser muy efectivo para que no se abrume”, detalló sobre los rodajes que se hicieron en Miami. Y Messi responde con eficiencia admirable según el actor. “Entre toma y toma se queda calladito, mira todo el tiempo y observa. Cuando le hablan mira al piso, pero cuando tiene que actuar mira a los ojos. Y me pasó: sentí como un ‘somos amigos’”, describió sobre ese tipo de confianza de la que hablaba al principio.
Precisamente en el comercial de la cerveza Michelob Ultra el tucumano interpreta ese papel en la historia. La publicidad fue estrenada completamente en el Súperbowl, la final de fútbol americano, después de que algunos segundos de la propaganda pulularan en las redes sociales. “Yo pensé que iba a jugar al fútbol con Messi, pero no ¡vas a ser el amigo de Messi!”, contó que le anunció su representante. Si él tenía que elegir, prefería el rol que le tocó en la barra del bar, antes que ser uno de los que participaba en el hábil dribleo que hace Messi en la playa. “No podía creer lo que me contaba: vos vas a estar tomando una cerveza con Messi. Fue el ‘sueño del pibe’ y de todos los changos que aman el fútbol de ‘Los más buenos de Tafí’”, dijo emocionado refiriéndose a sus compañeros de fútbol que dejó hace varios años atrás.
Todavía uno de los dos comerciales, no se vio. Y es probable que al tucumano no lo vuelvan a ver 123.4 millones de personas, la cantidad que en Estados Unidos vio el partido que Kansas City Chiefs le ganó a San Francisco 49ers, pero estando Messi todo es posible. “La otra publicidad se verá en la Copa América”, anticipó escuetamente Cortés Ayusa respetando profesionalmente el acuerdo de confidencialidad que se firma en la elite de la industria de la publicidad. Eso le impide, por ejemplo, revelar el producto que publicita junto al crack rosarino.
En ese comercial el tucumano tuvo una participación mucho más acotada que en el anterior. Por eso la interacción en el comercial estrenado fue la que le permitió cruzar unas palabras con Messi. “El director fue el mismo. Él le dijo que yo había estado en la otra publicidad. Ahí le pude dar la mano, agradecerle por todo lo que hizo y cuando terminamos de filmar, hablamos. ‘Leo ¿te puedo dar un abrazo?’, pregunté. ‘Siiii, claro’, me dijo y fue muy profundo el abrazo que me dio”, describió Cortés Ayusa.
“Cuando le dieron la pelota, su cara cambió radicalmente”, siguió contando. “Su sonrisa es plena y brilla”, detalló sobre el cambio de locación y de elementos con los que Messi tuvo que interactuar. Lógicamente, el futbolista hizo todo mejor cuando el balón estaba de por medio. “Filmaron como un minuto entero de él jugando con el perro para después usar apenas un fragmento. Ese minuto, juro que lo gozó tanto. Fue gracioso porque ese perro está entrenado exclusivamente para quitarle la pelota a los actores y se la quitó a todos, pero cuando llegó ‘Leo’, no pudo ni tocarla”, recordó anecdóticamente.